Creo que todos los sistemas de enseñanza tienen “lo bueno, lo malo y lo feo”. Como maestro es difícil el cambio, romper esquemas y enfrentarse a culturas que en el fondo siguen creyendo que lo tradicional es la única manera de aprender.
El sentido pedagógico de flipped learning no es nuevo, que los alumnos se responsabilicen de su propio aprendizaje ( a pesar de que el sistema educativo se niega a siquiera discutir lo que implica y sólo lo disfraza) es una idea que circula desde hace mucho, sin embargo la forma es completamente nueva para mi.
Yo trabajo con maestros y es difícil que hagan cambios por miedo al fracaso, por centrarse en los comentarios negativos, es decir, si 30 alumnos los retroalimentas positivo pero dos dicen algo feo, se centran en esos dos y no en los otros 30.
Estoy de acuerdo con Ken Bauer que para iniciar estos cambios el maestro debe estar convencido del sistema, de lo que esta haciendo y para qué, de manera que pueda ir resolviendo los conflictos que se presenten, soportar las criticas y crecer ante éstas.
Yo trabajo en una secundaria, acompañando al equipo docente en el modelo educativo de la institución, en lo pedagógico y metodológico. La propuesta de flipped learning me parece interesante pero muy retadora. Prometo investigar más sobre ella y procurar, por lo menos, compartirla con mis docentes y motivar que se animen a probarla.
Gracias Ken Bauer por compartirnos tu experiencia